En la actualidad que formamos parte, ya es evidente que la tecnología esta presente en la mayoría de los ámbitos de la sociedad. Por no decir en todos.
Su avance, produce una transmisión de conocimientos que ha llegado a límites que hace 50 años eran impensados. El telégrafo, la radio, la televisión e internet pueden ser claros ejemplos de la evolución en este sentido.
La escuela ya no es la única productora y desarrolladora de conocimientos. Su campo se ha visto acotado y reducido a expensas de la competencia con la tecnología. El interés acerca de lo que ocurre del otro lado del océano en el mismo momento, es algo que trasciende las paredes de la institución.
Es cierto que para entender lo que esta aconteciendo se necesitan de conocimientos previos. Conocimientos que podrán adquirir a través de la educación. Educación que podrán encontrarla y recibirla en la escuela. Estos pre-conocimientos son cada vez mayores a medida que el "huracán tecnológico" arrasa nuestras vidas. Pero si uno los posee y adquiere, ya no será necesario ir a la escuela si lo tomamos desde un punto de vista alejado de lo social.
Internet es la herramienta "de moda" en estos días, y su alcance ha traspasado los fines preconcebidos. Se puede llegar a decir que hoy “la internet te enseña” y no suena descabellada su aceptación. Pero lo que hay que tener en cuenta es que no todo el mundo se encuentra comunicado y menos aún tienen acceso a las últimas vanguardias tecnológicas. Y si se tiene contacto con el mundo cibernético, hay que poseer de antemano varios conocimientos para aprovechar esta herramienta.
Antes eran los “viejos” los que, a través del dialogo, nos trasmitían sus enseñanzas. Hoy son los jóvenes, que a través del mensaje de texto, nos enseñan a entender su mundo; un mundo en el cual los “viejos” perdieron su ritmo.
Autor: Hernán Iglesias (Texto extraído del primer parcial)
No hay comentarios:
Publicar un comentario